
OK
Carey Winslow tenía exactamente diez horas para buscarse un marido si no quería perder el rancho de su padre. Cuando estaba a punto de darse por vencida, apareció un capataz peligrosamente apuesto llamado Luke Redstone con su adorable sobrino, Tyler, y le ofreció su ayuda como candidato a marido.
Pero desde que se dieron el primer beso, convertidos ya en marido y mujer, Carey supo que estaba metida en un buen lío. Porque aunque su matrimonio era tan solo de conveniencia, Carey empezó a soñar con un futuro feliz junto a Luke. Sin embargo, Luke y su sobrino tenían un secreto... algo que podía echar al traste todos los sueños de Carey…
Huir con un bebé de seis meses era muy duro, quizá por eso cuando se quedó atrapada en medio de una tormenta de nieve el día de Nochebuena, Carey Mooreland se preguntó si habría llegado el momento de dejar de huir. Sobre todo cuando la rescató el guapísimo agente de policía Ben Martin.
Ben tenía la sensación de que aquella joven viuda ocultaba algo, aunque bueno, todo el mundo tenía sus secretos… incluido él. Lo que no esperaba era que Carey despertara en él ese fuerte instinto de protección ni la pasión que inesperadamente los arrastró a ambos. Pero ¿podría Ben convencerla de que el lugar donde mejor estaría sería junto a él?
Gracias a su deseo de dejar atrás su legado genético… y a una belleza de ojos azules llamada Rachel Reilly, ahora Jack Sawyer tenía un hijo. Sabía que no tenía derecho alguno a jugar a ser padre, pero tenía la intención de asegurarse de que aquella mujer a la que acababa de conocer era una buena madre.
Rachel no sabía que Jack era el donante de esperma gracias al cual se había quedado embarazada. Sólo sabía que cada vez que veía a aquel guapísimo hombre todo su cuerpo reaccionaba de un modo completamente nuevo para ella.
Pero, ¿qué haría Rachel cuando descubriera que aquella atracción no era lo que los había unido?
FROM: MATTHEW HARDING, CEO, HARDING HOTELS
REGARDING: STEPHANIE ROSSI, MY PERSONAL ASSISTANT
When Stephanie Rossi was promoted from our operations department to be my right–hand woman, I was sceptical at first. But her amazing efficiency and plainspoken Brooklyn smarts; not to mention the gorgeous looks she keeps under wraps at work– soon won me over. After Stephanie's amazing performance both personal and professional during a hotel crisis, I grew more intrigued by her than ever. So intrigued that I'd love to attend her sister's wedding not as her boss, but as her date! Yet suddenly Stephanie wants to transfer out of my office and straight out of my life? Well, maybe it's time for a little one–on–one assignment .
- ←Previous Page
- 1
- 2
- Next Page→